CuidadoraTOP
Me llamo Carolina Zambrano, soy publicista y editora del sitio Mujertop.cl y actualmente la segunda cuidadora abordo de mi papá, quien padece del mal de Parkinson hace 10 años. Gracias a mi trabajo en éste sitio y al apoyo incondicional de mi marido, pude convertirme en una especie de “cuidadora digital” de mis padres, ambos mayores de 70 años. Con…
Me llamo Carolina Zambrano, soy publicista y editora del sitio Mujertop.cl y actualmente la segunda cuidadora abordo de mi papá, quien padece del mal de Parkinson hace 10 años. Gracias a mi trabajo en éste sitio y al apoyo incondicional de mi marido, pude convertirme en una especie de “cuidadora digital” de mis padres, ambos mayores de 70 años. Con esto me refiero a que yo coordino, gestiono y monitoreo todo los referente a los cuidados de mis papás a través de teléfono, correo y whatsaap, internet, entre otros. La otra encargada es mi madre que es la cuidadora oficial quien ya se ha hecho cargo de la salud de otros miembros de la familia en ocasiones anteriores.
Es difícil ser la segunda cuidadora abordo cuando estás trabajando en una oficina, donde por ley no existe ningún tipo de apoyo a los cuidadores ni permisos especiales. Por mi parte, lo pude hacer hasta cierto punto, ya que, me he dedicado al área comercial en medios de comunicación estos últimos años. En esta área rige el artículo 22 del Código Civil del Trabajo. Sin embargo, soy una mujer profesional y no me gusta abusar, y es por ése y otros motivos que me dedico 100% a Mujertop.cl, para poder apoyar al cuidado de mis padres.
El mal del Parkinson es una enfermedad degenerativa que avanza y empeora con el tiempo. Es por ello que es fundamental contar con una buena red de apoyo tanto familiar como de amigos y médicos. Afortunadamente cuento con todos ellos, a excepción de mi hermano quien desaparece cada vez más. Creo que más allá de lo bien o mal que te puedas llevar con tu familia, todo aporte cuenta y no sólo hablo de dinero, me refiero también al apoyo emocional.
Como ejemplo de aquello les comparto mi historia: el 20 de julio de 2017 estaba en el almuerzo de la celebración del cumpleaños de mi suegro y de pronto suena mi celular. Era mi madre llorando desconsoladamente. Tengo una relación muy simbiótica con ella, yo siento cuando ella se siente mal. Así que me excusé en el almuerzo y volé a llevarla a la clínica. El diagnóstico fue” síndrome del cuidador y depresión severa”, motivo por el cual de manera urgente necesitaba una cura de sueño idealmente en una clínica psiquiátrica. En ese minuto se me pasaron miles de cosas por la cabeza: lo primero las platas, si bien es cierto mis padres son jubilados y cuentan con una jubilación sobre la media, no son millonarios.
Me puse a pensar que si mi mamá debía estar por lo menos mes a una clínica, a mi papá también habría que internarlo en otro lugar. Todo es carísimo y lo gratis o subvencionado está copado con lista de espera totalmente colapsado. Ellos son un matrimonio que llevan 51 años de casados más 9 de pololeo, como verán, toda una vida, y por más mala onda familiar que exista, nadie va a estar mejor que en su casa.
Mi papá es una persona bastante mañosa, quien jamás viviría con mi marido y además mi esposo no quería ir a vivir a casa de mis padres, y yo por otra parte, no quería estropear mi relación marital. Por otro lado, mi hermano imponiéndome que me fuera a vivir con mi marido a la casa de los papás porque yo soy la persona “más idónea” de la familia para estos casos.
En ese sentido siento que me convertí en el jamón del sándwich y nadie aportando ni amoldándose. Tuve que tomar aire contar hasta 1 millón porque mi mamá seguía llorando y pidiendo estar junto a mi abuelita ya fallecida, es decir, mamá quería morir. Por un tema de amor y de género quería que mi madre se mejorara lo antes posible. Ésta situación tiene un efecto dominó, ya que se enferma mi papá, él enferma a mi mamá y ella a mí ella me enferma a mi y mi relación matrimonial. Siento que a veces uno decae y los quieres matar pero no a ellos, sino a la situación. Sucede que colapsas y después una se desquita con quien más quiere y quien te apoya día a día, tu compañero de vida.
Fue entonces que decidí que tuve que poner mi cabeza en frío, cosa que me cuesta mucho, ya que, soy una persona muy apasionada y sensible. Cada vez que tengo que enfrentar una situación familiar delicada trato de tomar distancia y verla como una especie de “campaña publicitaria” o un “comunicado de prensa.” Pienso que desde afuera puedo ver las cosas con más nitidez y objetividad y así puedo solucionar el caos.
Entonces me reuní en la casa de mis padres con un tío que tiene experiencia en estos casos y con el visto bueno de la doctora que atendió a mi madre, comencé la búsqueda de una cuidadora o enfermera de noche para que mi madre hiciera la cura de sueño de 1 mes de manera ambulatoria.
Llamamos a una decena de lugares, clínicas, casas de reposo, enfermeras, cuidadoras. En la mayoría de los casos todos estaban ocupados. Hablé con mi grupo de whatsapp del colegio y ahí di con una empresa de enfermeras y encontré a la persona correcta.
La situación era compleja para contratar sus servicios: la empresa me solicitaba transferirle toda la suma de dinero previamente, cosa que no dudé ni un sólo segundo en hacer. Siempre he sido una persona confiada y en éste tipo de situaciones más aún cuando todo está en mis manos. La dueña de la empresa y la cuidadora/enfermera llegaron ese mismo día en la tarde noche y pudimos conocer a dos perfectas desconocidas en una situación complicada. Como soy mujer de fe, mis padres congeniaron de inmediato con ellas.
Es importante destacar que las personas mayores pueden ser muy complicadas. No permiten que entre cualquiera a su casa y a sus vidas. Ese mismo día tuve una gran prueba, ambas mujeres nos miraron y nos preguntaron a mi marido y a mi: “Esta noche duermen en este casa junto a los abuelitos”?. A lo que ambos respondimos al unísono con un no rotundo.
Así que nos despedimos y nos fuimos al departamento. Camino a casa converso con mi esposo, quien tiene una severa hipoacusia lo que le ha permitido desarrollar una sensibilidad especial y me dice “Caro, tienes que estar tranquila ambas mujeres son buenas personas”. Y así es, la enfermera/cuidadora lleva 6 meses con mis padres y ya es parte de la familia.
Al principio fue difícil, ya que, había que pagarle a la cuidadora y cada vez que le nombraba plata mi padre, él se enfurecía diciendo que no tenía dinero. Como les comentaba anteriormente sobre mis padres, ambos son jubilados pero no son millonarios, reciben una jubilación bastante mejor que la mayoría de los chilenos/as. Esa situación me hizo empatizar con todos los abuelitos que reciben 80 mil pesos mensuales. No sé como lo hacen esas familias. Por ese motivo agradezco que se haya alargado de los adultos mayores pero no la calidad .¿Entonces de qué sirve, si Chile se convierte cada día un país más viejo?.
Afortunadamente, mi tía abuela nos aportó tanto moral como sentimental y económicamente sin emitir ningún comentario, creo que en estos casos se necesitan mucho este tipo de seres humanos. Por otra parte, mi hermano me pidió mi cuenta corriente para aportar con los gastos y han pasado 6 meses y hasta ahora nunca ha depositado.
Es más pensó que era un complot entre mi madre y yo para no cuidar más de nuestro padre. Luego me escribió un correo diciéndome que yo estaba lucrando con nuestro papá. Afortunadamente, tengo un dinero que mi viejo me dio para mi, sin embargo, no lo he utilizado y lo tengo para algún caso de emergencia.
A propósito de la plata, cada vez que intenté hablar con mi hermano (quien nunca de hizo presente) él se enfurecía. Éste tipo de situaciones son dolorosas , pero sin plata nada se puede hacer. Además, todas las personas que durante toda sus vidas te dicen voluntariamente que te van a cuidar cuando seas anciana, desaparecen ni llaman por teléfono.
Finalmente, mi hermano me tiene bloqueada de toda su vida. Llama a mi padre una vez por semana. Inclusive cuando éste ultimo lo tuvo dos semanas en el mes de julio a cuerpo de rey en su casa. Estuvo ese tiempo, ya que, se extrañaban con mi madre y tuve que ir a buscarlo. Él fue incapaz de llevar a nuestro papá de vuelta a casa con nuestra madre. En ese sentido cuestiono cómo un hijo es incapaz de visitar a sus padres si son los mismos que los míos.
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Esto va más allá de lo económico, esto se trata de amor a los padres, se trata de dar ideas. Yo no soy la persona idónea que mi hermano y los doctores tanto de mi padre y madre creen. Soy una mujer de carne y hueso. Quizás más débil que el resto de la familia y quizás por eso más empática. Tengo una amiga a la que se le murió hace muy poco su mamá. Me contó que su familia se compone de tres hermanos y que ella al final se hizo cargo de todo sola. Me confidenció que a veces es mejor, ya que, el enfermo se da cuenta quien lo viene a visitar y a cuidar de mala gana.
Los viejos siempre nos enseñaron a estar unidos al igual que mis abuelitos/as somos una familia pequeña sólo cuatro integrantes, ya que, no tenemos hijos. Sin embargo, todo resultó todo un caos. Yo pensaba estando los cuatro vivos sería distinto. Al ser comunicadora, siempre he sido de ir a terapias sobretodo todo para poder reaccionar a estas situaciones, lamentablemente nunca he tenido quórum. Otro punto importante, con mi esposo estamos en campaña de tener hijos y con esta situación y el stress ha sido imposible.
Otro tema a destacar son las constantes críticas, que por qué no hice esto o lo otro. Los que más critican son aquellos que no aportan en nada. Los comentarios de vecinos y otros familiares y amigos que yo era una mala hija porque no me quedaba a dormir con ellos vigilando a la cuidadora de noche que también es mujer.
Por otra parte, viviendo in situ el factor cuidadora y que es carísimo casi prohibitivo costear una enfermera, pregunté en un consultorio sobre la posibilidad de obtener un bono o subvención o algún programa de ayuda para costear la ayuda de una persona. En el lugar me miraban de arriba a abajo cómo si estuviera loca y fuera una cuica desubicada.
Herencia sociocultural
En éste punto hago nuevamente hincapié sobre políticas públicas: Chile es un país cada vez más viejo y necesitamos de cuidadoras y cuidadores. Nombro la palabra cuidador en femenino y masculino, ya que, por un tema histórico cultural y machista que hoy en día más del 80% de los cuidadores /as son mujeres en Chile.
Esto primero lo atribuyo a un tema totalmente machista, ya que, por años la mujer ha estado bajo el yugo del hombre y de la sociedad castigadora hasta el día de hoy. Es un tema casi impuesto por ser mujer. En muchos casos, aún ser mujer significa no hacer nada. Me acuerdo hace un par de años un ministro para el día de la Mujer en Chile se refirió así de las ministras. “En la reunión las ministras deben haber hablado sólo de peluquería y carteras”.
Por otro lado ser muy proactivas, eso de hacer mil cosas es nuestra responsabilidad, es bueno soltar que fluya para que otros también aporten. Es muy difícil, sin embargo hay que tratar de hacerlo. Yo intenté durante 3 días ser la cuidadora de día de mi papá como trabajo de forma remota, me llevé el computador para trabajar de 9 a 6 tipo horario de oficina y casi muero, tiene más energía que un niño de 7 años. Ése es otro punto frente a un niño/a se puede tener autoridad pero a tus padres es muy difícil, sobretodo si tú estas en la casa de ellos. Bueno, esto me llevó al colapso donde casi abusé de los antiinflamatorios. Hoy voy periódicamente a la psicóloga.
Cambios profundos
Volviendo a mi historia, mi vida cambió en 180 grados de 1 segundo a otro. Mi madre durmiendo inducidamente. Mi padre vuelto loco preguntando por ella. Preguntando que quién era esa mujer que lo miraba toda la noche. Él decía que no quería pagar nada, que nos demandaría a mi hermano y a mi porque según la Dra. Polo nosotros éramos quienes teníamos que pagar todo. (Acá hago hincapié en la influencia de la tv en los hogares chilenos). A lo que se suma la desaparición de éste último y los comentarios de la cuidadora diciéndome que tiene una amiga abogada y que tengo que hacerle contrato y hacerme cargo del pago de jubilaciones de ambos, entre otras cosas. En cuanto a los gastos, mi esposo y yo somos todo un equipo y todo lo hacemos 50% y 50% lo que es un gran alivio para mí.
A esto se suma que yo me casaba el 12 de diciembre bajo difíciles circunstancias y por eso invitamos y avisamos a familiares y amigos solo con un mes de anticipación a lo que se suma que me vino un mini “síndrome del cuidador”, comencé a comer y comprar compulsivamente. Además de recibir comentarios bastantes hirientes de parte de algunos familiares en vez de apoyar nuestra unión.
Afortunadamente mi madre empezó a mejorar yo la empecé a pasear de a poco en mi auto. Luego un ratito al mall. Hasta que le conté que nos casábamos luego a mi papá. Llegó la primavera y con esto el sol . Para mi cualquier enfermedad duele menos con la presencia del sol.
Mis amigas me organizaron una despedida de soltera y se me ocurrió invitar a mi mamá y a una tía de su edad. Yo estaba con mil cosas y mi madre llegó sola en taxi se veía bella era su primera salida sola y su primera despedida de soltera a sus 70 años nunca había ido a una. Por ser mujer creo yo.
Lo pasamos increíble ella charló con mi tía. Recordar, escribir y compartir estos momentos en antología me hace vibrar de alegría cómo el amor ayuda a mejorar todo aunque seamos mujeres. Ojalá les sirva a otras mujeres mi relato.
Ya estábamos encima de la boda, de igual manera tenía nervios de que algo les podría pasar a mis viejos. Pero ha sido lo más saludable, se preocuparon de sus vestimentas, fueron al dentista, a la peluquería etc. Llegó el día del casamiento y fue muy lindo poder bailar muy estáticamente el vals con mi padre. Mi madre se veía maravillosa. Luego vino Pascua y año nuevo. De ahí que deduzco que la peor enfermedad que pueda tener una persona es la soledad, ya que la persona se aísla. Creo que compartir con un entorno alegre lleno de amor y entretenido les devuelve las ganas de vivir.
A raíz de toda esta situación me surgió una Idea y la regalé en mi muro de Facebook por si alguien la quisiera implementar. Como en Chile somos un país cada día más viejo y no existe ni un concepto cuidadora/cuidadores pensé en una red de guarderías para sabios. En Oriente, los ancianos son considerados sabios. Esta guardería consiste básicamente en el mismo modelo que tiene la JUNJI de Arica a Punta Arenas en lo público y jardines infantiles privados tipo la Red Vitamina. Recintos lindos, motivadores con instalaciones dignas en horarios AM y PM. Cosa que la familia pueda llevar una vida normal y el sabio o sabia una vejez digna. Actualmente existe la Fundación Las Rosas o Senior Suites que es carísimo.
En este testimonio, me he dedicado sólo a quejarme de lo injusto que es que la mujer se haga cargo de sus padres. Olvidé mencionar que al que hoy tengo que levantar o llevar al baño, durante años me llevó de la mano al colegio. Y ya de grande en algunas ocasiones me llevó en auto a la universidad y otras veces al trabajo. Fue él que en vacaciones me despierta, me hizo dormir todas las noches en las que yo no podía conciliar el sueño por miedo o por cualquier otro motivo leyéndome cuentos. Todo lo que soy y tengo hoy en día es gracias a mis padres y muy en especial a mi papá quien me enseñó a enfrentar la vida .Este relato se lo dirijo como manera de homenaje a mis padres Sergio José Zambrano Peña, Miriam Elena Gerli Dixon, Telenia Paredes de Dixon y a mi marido José Schmidt G. Enero 2018.
Hoy Marzo de 2019 mi hermano hace una labor muy linda apareció el hijo perfecto. Existe una relación de equidad Afortunadamente. Somos varios los Cuidadores de mis Padres.
Por @cari_gerli
Correcciones Marisa Muñoz.
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