Mi Mujer Top de la semana
Silvia Guzmán Carrasco, enfermera y terapeuta en Masofilaxia corporal. Silvia era secretaria, pero anhelaba estudiar enfermería y lo hizo, aunque ejerció un corto período porque sus turnos eran largos y le dejaban poco tiempo para compartir con su familia. Esposa de Diego y madre de dos niños: Exequiel y Nataniel, sentía que cada vez que salía a trabajar, se perdía…
Silvia Guzmán Carrasco, enfermera y terapeuta en Masofilaxia corporal.
Silvia era secretaria, pero anhelaba estudiar enfermería y lo hizo, aunque ejerció un corto período porque sus turnos eran largos y le dejaban poco tiempo para compartir con su familia. Esposa de Diego y madre de dos niños: Exequiel y Nataniel, sentía que cada vez que salía a trabajar, se perdía experiencias valiosas de sus hijos y que no podría recuperarlas. “Para mí, era primordial acompañar a mis niños en su proceso de crecimiento y sufría por dejarlos tanto tiempo, así que conversé con mi esposo y dejé de trabajar para dedicarme a la familia”. El cambio de rutina le trajo la tranquilidad esperada, sin embargo, la hizo subir mucho de peso hasta llegar a estar en situación de obesidad mórbida. Tras varios intentos fallidos por perder los kilos de más, decidió realizarse una manga gástrica. Después de la cirugía, Silvia comenzó un tratamiento de Masofilaxia y comprendió que estos masajes mejoraban no sólo la condición física de las personas, sino que además, aumentaban su autoestima y su estado en general. “No lo pensé mucho y entré a estudiar Masofilaxia, que además de ayudar a otros, me permitiría retomar una vida laboral postergada, pero ahora desde mi casa, sin descuidar a los niños”.
Esta mujer, que ha vivido toda su vida en Maipú, se reconoce amante de su comuna y todo su quehacer lo realiza dentro de ella, su sello es la solidaridad, por eso en su juventud fue voluntaria en el Hogar de Cristo, e intenta vivir esta solidaridad en su vida cotidiana porque tiene la convicción que la mejor manera de reducir la pobreza, es apoyar los emprendimientos: “Como filosofía, no compro en las tiendas, todo lo que necesito, se lo compro a emprendedores, especialmente si son mujeres, por mi casa transitan personas que venden ropa, juguetes, comida, etc., cuando necesito algo, lo primero que hago, es buscar a personas que lo vendan, porque es la única forma que tenemos de surgir; si todos hiciéramos lo mismo, habría menos pobreza y desigualdad en el país”.
Mujer generosa, Silvia se siente feliz con su decisión. Instaló en su casa –de Maipú- una sala para realizar masajes de Masofilaxia corporal donde vecinas y amigas venden sus productos a las clientas,las que no sólo encuentran solución a sus problemas de imperfecciones corporales antiestéticas como la obesidad, flacidez y celulitis sino que además, conocen a otras personas que las revitalizan y les enseñan que existe otra manera de vivir, reconocerse y quererse a ellas mismas y a las demás.
Por enseñarnos que a través de la solidaridad y del reconocimiento del trabajo de otros/as, también se puede ser exitosa, Silvia es mi Mujer Top de esta semana.
Para contactarla y sentirse más lindas, pueden entrar a su página de Facebook:
https://www.facebook.com/silvia.a.guzman.9 o llamarla al teléfono: +569 99525622
